Allí se vio a un chico convertido en hombre, un chico que reaparecía después de un "tabacazo" en su primera novillada con picadores.
Su compañero en tal evento fue el novillero Manuel Mazzantini, novillero cordobes, elegante, sobrio, serio, de un toreo elegante y clásico. Alguien que si la suerte le acompaña, podrá contar mas paginas en su historia como torero.
Tarde de emociones y de compromiso grande. Los dos serios en el patio de cuadrillas, esbozaban una leve sonrisa al preguntarles un simple "¿que tal?". Era momento de empezar el ritual
Abría plaza Mazzantini, Su tarde fue de altibajos, Esmerado en el capote, en sus dos novillos quiso estirarse, dejándole el primero y menos el segundo. Con la muleta, no llegó a acoplarse a sus oponentes con la derecha. Al pasara la izquierda fue otro cantar, dibujo bellos pases con la zurda. En su primero mas ligados y en su segundo algo mas discontinuos, pero bien colocado.
Alvaro, fuerza, pundonor y ganas de llegar muy lejos el esta profesión, que digo profesión, ¡en este arte!
quiso torear bien y lo hizo, su lote fue desigual, un primer novillo algo brusco pero que lo templó bien. Y un segundo novillo que sabia bien que se dejaba y que al final de la faena sabia perfectamente donde estaba el torero...
Este chico esta llamado a ser alguien en ese oficio, se le nota, se le ve. Ojala tenga suerte!
Tarde de momentos para recordar, ilusionarse por el presente y el futuro. Dos novilleros, dos experiencias.
dearteyoro@gmail.com
@dearteyoro
Muchas gracias!
